"Estoy dispuesto a perdonar a todo el mundo para ser libre"
Sigas el camino espiritual que sigas, descubrirás que el perdón es importantísimo en cualquier momento, en especial cuando tenemos una enfermedad. Cuando estamos enfermos necesitamos realmente mirar a nuestro alrededor y ver a quién necesitamos perdonar. Y normalmente la persona a la que creemos que nunca perdonaremos es precisamente a la que más necesitamos perdonar. No perdonarla no le perjudica a ella lo más mínimo, pero es devastador para uno. El problema no lo tiene la otra persona, sino nosotros.
El rencor y las heridas emocionales no tienen que ver con negarnos a perdonar a alguien, sino con no perdonarnos a nosotros mismos. Afirma que estás dispuesto a perdonar a todo el mundo: Estoy dispuesto a liberarme del pasado. Estoy dispuesto a perdonar a los que quizá me han hecho daño, y a perdonarme por haber hecho daño a otros. Si te viene a la cabeza alguna persona que te haya hecho daño en cualquier sentido en un momento de tu vida, deséale lo mejor con amor, libérate de tu rencor y no le des más vueltas al asunto.
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