"Mi mente es un jardín lleno de pensamientos bellos"
Ve tu mente como un jardín. Para empezar, un jardín es un trozo de tierra. Tal vez lo tengas lleno de zarzas de odio hacia ti y de piedras de desesperación, rabia y preocupación. Y, además, el vetusto árbol del miedo está pidiendo a gritos una buena poda. En cuanto hayas limpiado bien el terreno y abonado la tierra, siembra algunas semillas o retoños de alegría y prosperidad. Les dará el sol, y tú los regarás, los nutrirás y los cuidarás con afecto.
Al principio apenas notarás ningún cambio. Pero no lo abandones, sigue ocupándote de tu jardín. Si eres paciente, las plantas crecerán y se llenarán de flores. Lo mismo ocurre en tu mente: seleccionas los pensamientos que vas a cuidar, y si eres paciente verás cómo crecen y te ayudan a crear el jardín de experiencias que deseas.
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