"Expreso todos mis sentimientos de forma sincera y positiva"
La ira es una emoción natural y normal. Los bebés tienen berrinches, expresan su enojo y luego se les pasa. Muchas personas han aprendido que no es agradable, respetuoso o aceptable enfadarse. Aprenden a tragarse sus sentimientos de ira. Se les van acumulando en el cuerpo, en las articulaciones y en los músculos, hasta trocarse en resentimiento. Una capa tras otra de ira contenida transformada en resentimiento puede contribuir a enfermedades como la artritis, achaques y dolores de distinta índole, e incluso al cáncer.
Tenemos que ser conscientes de nuestras emociones, incluida la ira, y encontrar formas positivas de expresar esos sentimientos. No es necesario que peguemos a nadie ni que descarguemos nuestro enojo sobre esa persona; simplemente, podemos expresarle con claridad lo que sentimos: «Esto me ha hecho enojar», o «Me he enfadado por lo que hiciste». Si no es adecuado decirlo, aún nos quedan muchas otras opciones: podemos gritar con la boca pegada a un cojín, golpear un saco de boxeo, correr, chillar dentro de un coche con las ventanillas cerradas, jugar al tenis o hacer cualquier otra cosa. Son formas saludables de desahogarnos.
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