"Me dispongo a recibir alegremente las experiencias maravillosas de la vida"
Para sentirnos plenos, debemos aceptar todas las partes de nuestro ser. Abre tu corazón y haz espacio de sobras para todas las partes de tu ser: tanto aquellas de las que te enorgulleces y que amas, como las que te producen bochorno o rechazo. Forman parte de ti. Eres una persona maravillosa. Todos lo somos. Cuando tu corazón está lleno de amor por ti, también tienes para compartirlo con los demás a manos llenas.
Deja que este amor llene la habitación y se propague a todas las personas que conoces. Visualiza a los tuyos en medio de la habitación, para que puedan recibir el amor que desborda de tu corazón.
Visualiza ahora al niño interior de cada persona bailando como hacen los críos, saltando, gritando, haciendo piruetas y volteretas laterales, lleno de alegría, expresando lo mejor de ese niño interior. Y deja que el tuyo vaya a jugar con el de los demás. Deja que baile. Deja que se sienta libre y seguro. Deja que sea todo lo que ha querido ser.
Eres perfecto, pleno y completo, y todo está bien en tu mundo maravilloso. Y así es.
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