"Abandono las creencias que no me apoyan ni sustentan"
Amarte y aprobarte, confiar en el proceso de la vida y sentirte a salvo porque eres consciente del poder de tu mente son factores sumamente importantes para afrontar las conductas adictivas. Mis experiencias con personas adictas me han mostrado que la mayoría tienen en común que se odian profundamente a sí mismas. No se perdonan. Día tras día se machacan a sí mismas. ¿Por qué? Porque en algún momento de la infancia interiorizaron la idea de que no valían lo bastante, eran malas y debían castigarse por ello. Las vivencias de la infancia temprana relacionadas con abusos sexuales y maltratos físicos o emocionales contribuyen a odiarse uno mismo. La sinceridad, el perdón, el amor propio y el hecho de estar dispuesto a vivir en la verdad ayudan a curar esas heridas tempranas y le permiten a la persona adicta perdonarse por su conducta. También he descubierto que la personalidad adictiva es temerosa. Le asusta enormemente dejar de aferrarse y confiar en el proceso de la vida. Mientras creamos que el mundo es un lugar peligroso donde las personas y las situaciones están esperando «atraparnos», esa creencia será nuestra realidad.
¿Estás dispuesto a abandonar las ideas y creencias que no te apoyan ni sustentan? En tal caso, estás preparado para seguir tu viaje.
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