"Todo cuanto necesito me llega en el momento perfecto"
Creo en que todo cuando necesito saber se me revela, solo necesito mantener los ojos bien abiertos y aguzar el oído. Cuando tenía cáncer, recuerdo que pensaba que un reflexólogo podal me vendría de perlas. Una noche asistí a una charla. Tras entrar en la sala y tomar asiento, un reflexólogo podal se sentó a mi lado. Empezamos a conversar y me enteré de que incluso hacía visitas a domicilio. No tuve que buscar a uno, llegó a mí por sí solo.
También creo que todo cuanto necesito me llegará en el momento y el lugar perfectos.
Cuando algo va mal en mi vida, me pongo de inmediato a pensar: Todo está bien, no pasa nada, sé que esto es adecuado. Es una lección, una experiencia, y la superaré. Si se ha dado, será para mi mayor bien. Todo está bien. Respira, simplemente. No pasa nada.
Hago todo lo posible por calmarme, para pensar con la cabeza fría lo que está ocurriendo y, por supuesto, consigo manejar la situación. Tal vez nos lleve un poco de tiempo descubrirlo, pero a veces lo que nos parecen grandes tragedias acaban siendo al final unas experiencias muy buenas o, al menos, no son tan horrendas como parecían al principio. Cada acontecimiento es una experiencia de aprendizaje.
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