"Mantengo alegremente a mi niño interior seguro en el centro de mi ser"
¿Fuiste un niño deseado? ¿Se alegraron de verdad tus padres de que nacieras? ¿Les encantó tu sexo o querían que fueras del sexo opuesto? ¿Sentiste que eras un niño deseado? ¿Celebraron tu llegada? Sean cuales sean las respuestas, saluda a tu niño interior ahora. Organiza una celebración. Cuéntale las cosas maravillosas que le dirías a un bebé deseado que acabara de llegar al mundo.
¿Qué es lo que de pequeño siempre querías que tus padres te dijeran? ¿Qué fue lo que querías oír que nunca te dijeron? Díselo ahora a tu niño interior. Díselo a diario durante un mes mientras te miras al espejo. Descubre lo que ocurre.
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