"Bendigo mi ira con amor"
Hace un tiempo, me estuvo doliendo el hombro uno o dos días. Intenté ignorar el dolor, pero no se iba. Al final, me senté y me pregunté: «¿Qué es lo que me está pasando en esta parte del cuerpo ¿Qué es lo que estoy sintiendo?»
Me dije: La sensación es como de quemazón. Quemazón…, quemazón… Esto significa ira. ¿Con qué estás enojada?
No se me ocurrió nada, así que me dije: «Veamos si puedo descubrirlo». Coloqué dos almohadas grandes sobre la cama y me puse a golpearlas con todas mis fuerzas.
Después de propinarles 12 golpes, me di cuenta de por qué estaba enfadada. Estaba clarísimo. Así que las golpeé con más fuerza aún, emití varios ruidos para desahogarme y saqué las emociones de mi cuerpo. Cuando acabé, me sentí mucho mejor, y al día siguiente ya no me dolía el hombro.
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