"Me permito expresar mi ira"
La depresión es ira contenida. También es ira que creemos no tener el derecho a sentir.
Por ejemplo, tal vez creamos que no está bien estar enojados con nuestros padres, nuestra pareja, nuestro jefe o nuestro mejor amigo. Pero lo estamos. Y no sabemos qué hacer. La ira se transforma entonces en depresión. En la actualidad, mucha gente sufre con demasiada frecuencia una depresión, incluso una depresión crónica. Una vez se ha manifestado, ya cuesta mucho curarla. Quienes la padecen se sienten tan desesperanzados que hacer cualquier cosa les exige un esfuerzo colosal.
No me importa lo espiritual que seas, lo que está claro es que tienes que lavar los platos sucios cada cierto tiempo. No puedes dejar que se vayan amontonando en la pileta de la cocina y decir: «¡Es que soy una persona metafísica!» Con los sentimientos ocurre lo mismo; si quieres que tu mente fluya libremente, tienes que lavar tus platos mentales sucios. Una de las mejores formas de hacerlo es permitirte expresar parte de tu ira para no sentirte tan deprimido.
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