"Soy la luz del mundo"
Si miras en lo más hondo de tu corazón descubrirás una lucecita de un vivo color. Tiene un color precioso. Es el núcleo de tu amor y de tu energía curativa. Observa cómo la pequeña luz se pone a palpitar. A medida que palpita va creciendo hasta llenar tu corazón. Ve cómo se mueve esta luz a través de tu cuerpo, desde la parte superior de la cabeza hasta las puntas de los dedos de los pies y las puntas de los dedos de las manos.
Esta hermosa luz coloreada te hace resplandecer intensamente, lleno de amor y de energía curativa. Deja que todo tu cuerpo vibre con esta luz. Repite: Cada vez que respiro, estoy más y más sano.
Deja después que esta luz irradie en todas direcciones para que tu energía curativa le llegue a cualquier ser que la necesite. Elige.un lugar del planeta como el sitio que te gustaría ayudar a sanar. Puede ser un paraje lejano o encontrarse a la vuelta de la esquina. Dirige tu amor, tu luz y tu energía curativa a ese lugar, y visualiza que el sitio donde los has irradiado se estabiliza y armoniza. Visualiza que se vuelve completo. Lo que damos vuelve a nosotros multiplicado. Ofrece tu amor. Y así es.
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