"El amor siempre disipa el dolor"
Mi Yo Superior me muestra cómo llevar una vida libre de sufrimiento. Estoy aprendiendo a responder al dolor como si fuera la alarma de un despertador indicándome que despierte a mi sabiduría interior. Si siento dolor, empiezo de inmediato el trabajo mental. Suelo reemplazar la palabra dolor por la palabra sensación. Mi cuerpo está teniendo muchas «sensaciones». Este pequeño cambio lingüístico me ayuda a centrar mi conciencia en la curación, lo cual me ayuda a sanar mucho más deprisa. Sé que, a medida que cambio solo un poco mi mente, mi cuerpo también cambia hacia la misma dirección. Amo mi cuerpo y amo mi mente, y agradezco la estrecha conexión que mantienen.
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