"Vivo y resido en la totalidad de las posibilidades"
Repite conmigo: «Vivo y resido en la totalidad de las posibilidades. Donde me encuentro hay de todo lo bueno». Reflexiona sobre estas palabras un minuto. Todo lo bueno. No una cierta cantidad, ni un poco, sino todo lo bueno. Cuando crees que cualquier cosa es posible, te abres a las soluciones en cada aspecto de tu vida.
Donde ahora estamos hay la totalidad de las posibilidades. Siempre es así a nivel individual y colectivo. O bien estamos rodeados de muros o bien los derribamos y nos sentimos lo bastante seguros como para estar totalmente abiertos y dejar que todo lo bueno llegue a nuestra vida. Empieza a observarte objetivamente. Advierte lo que está ocurriendo en tu interior cómo te sientes, cómo reaccionas, qué es lo que crees y obsérvate sin hacer comentarios ni juzgarte. Cuando seas capaz, vivirás tu vida desde la totalidad de las posibilidades.
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